Acusica realidad

Escrito el 23 julio 2012 por Luis Ignacio Díaz Martínez


Quiero empezar con una crítica. Una crítica dirigida expresa y únicamente a mí, una crítica que no tiene argumentación ni perdón.

Lo siento, te he abandonado, lo sé, lo siento.

Como ya comenté en mi primera entrada «Un hola y un adiós» este es un nuevo proyecto en el cual me comprometía a redactar un blog personal y sobretodo mantener una constancia en la redacción. No lo estoy consiguiendo la verdad. Sinceramente si examino las causas de este fenómeno relativo ( con cierta ironía – relativa – ) podría a llegar a ser comprensible e incluso justificable.

Hace días, en consecuencia del extremo ritmo de trabajo que realizo así como sus tareas que exigen un nivel elevado de concentración mis neuronas ( Ángela y Manolo ) están bastante exhaustas y mareadas. Y sin mucha más dilación pero si muy escuetamente explicaré alguna cosilla que me ha pasado por la cabeza estos días.

Quien me conoce sabrá de sobras… que le dedico muchos momentos a pensar en el tiempo. No, no hablaré de él, estoy algo molesto y enfadado con él. La verdad, contra más quiere hacer uno menos le dejan respirar los otros. Que no se lo tome a mal nadie, que mis palabras no van con complicadas tangentes. Sencillamente, quiero decir que si tú tienes 10 minutos para cruzar la calle te paran dos hermanos cuatro amigos y catorce burros, en total veinte minutos que le has dedicado a recorrer la calle, y qué consecuencias tiene esto? que quizás no llegues pronto a la cita, o que la panadería haya cerrado, ciertamente la circunstancia futura no es el problema en la ecuación, el problema real es el tiempo que perdemos, el residuo, ese residuo que no podemos recuperar y que se nos resta de vida.

Para mi es importante el tiempo, quizás demasiado y quizás por eso muchas veces necesite desconectar… pero creo que es normal, necesito tiempo para mí, para pensar, para redactar, para imaginar, para soñar, para deleitarme con una buena película y reflexionar luego sobre ella ( o criticarla ). Todo esto hace que a la larga de tanto trabajar, de tanto esforzarse uno llegue a casa y desconecte… pero claro, para mí, eso no es suficiente… necesito más, como un niño caprichoso.

Por cierto, quien piense que un informático se pasa el día sentado tocándose los cojones… hacedme un favor, daros un martillazo en la boca =) ( primero tendréis que aprender a cerrarla pero eso, es otro tema amigos. )

Si buscamos una conclusión adecuada a todas estas palabras entrelazadas por si mismas es que sencillamente…

Necesito vacaciones…


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