Escrito el 23 julio 2012 por Luis Ignacio Díaz Martínez
Quiero empezar con una crítica. Una crítica dirigida expresa y únicamente a mí, una crítica que no tiene argumentación ni perdón.
Lo siento, te he abandonado, lo sé, lo siento.
Como ya comenté en mi primera entrada «Un hola y un adiós» este es un nuevo proyecto en el cual me comprometía a redactar un blog personal y sobretodo mantener una constancia en la redacción. No lo estoy consiguiendo la verdad. Sinceramente si examino las causas de este fenómeno relativo ( con cierta ironía – relativa – ) podría a llegar a ser comprensible e incluso justificable.
Hace días, en consecuencia del extremo ritmo de trabajo que realizo así como sus tareas que exigen un nivel elevado de concentración mis neuronas ( Ángela y Manolo ) están bastante exhaustas y mareadas. Y sin mucha más dilación pero si muy escuetamente explicaré alguna cosilla que me ha pasado por la cabeza estos días.